Hace pocos días un rumor iba de boca en boca, el niño feo. Brevemente, este rumor dice lo siguiente:
Una madre dio a luz a un niño muy, muy feo. La enfermera espantada por la fealdad exclamó: "¡qué niño tan feo!" . El bebé, recién nacido, contra todo pronóstico podía hablar y respondió: "más feo va a ser el 14", y dicho esto murió.
Con algunas variantes, la idea es esa, un extraño recién nacido que pronostica una catástrofe. El rumor se esparce a una velocidad increíble, lo cual da lugar a que la gente haga su trabajo aumentando o modificando la historia, en algunas versiones el niño no muere, en otras el que habla es el doctor y no la enfermera, en fin.
Ya son tres veces las que he oído este relato, la primera fue cuando era un niño y me pareció terrorífico, luego de unos años lo escuché nuevamente y me dí cuenta de que era la misma vieja historia de siempre. Lo sorprendente, al menos para mí, es la facilidad con que la gente cree en estas cosas. ¿Acaso soy el único que recuerda haber escuchado este cuento más de una vez? En esta tercera ocasión, pues ya me parece un insulto la misma cantaleta, todo ese relato es mentira, nunca nació ese niño y mucho menos, nunca habló. No sé por qué algo me dice que no es última vez que oímos sobre aquel niño inexistente. Por cierto, no sólo pasa en Perú, esta bromita es internacional.
He llegado a pensar que es una táctica que utilizan ciertas personas para que la gente esté alerta a posibles embates de la naturaleza, ya que no hacen caso a los llamados para realizar simulacros y otras acciones preventivas. Claro que lo más probable es que sea ese gusto por hacer correr cadenas por el simple deseo de hacerlo. Cadenas, cadenas, más cadenas...
Como sea, el miedo es basura. A ver si mejor empezamos a correr rumores más positivos, hay cosas que merecen escucharse mucho más que la que he mencionado arriba.
Una madre dio a luz a un niño muy, muy feo. La enfermera espantada por la fealdad exclamó: "¡qué niño tan feo!" . El bebé, recién nacido, contra todo pronóstico podía hablar y respondió: "más feo va a ser el 14", y dicho esto murió.
Con algunas variantes, la idea es esa, un extraño recién nacido que pronostica una catástrofe. El rumor se esparce a una velocidad increíble, lo cual da lugar a que la gente haga su trabajo aumentando o modificando la historia, en algunas versiones el niño no muere, en otras el que habla es el doctor y no la enfermera, en fin.
Ya son tres veces las que he oído este relato, la primera fue cuando era un niño y me pareció terrorífico, luego de unos años lo escuché nuevamente y me dí cuenta de que era la misma vieja historia de siempre. Lo sorprendente, al menos para mí, es la facilidad con que la gente cree en estas cosas. ¿Acaso soy el único que recuerda haber escuchado este cuento más de una vez? En esta tercera ocasión, pues ya me parece un insulto la misma cantaleta, todo ese relato es mentira, nunca nació ese niño y mucho menos, nunca habló. No sé por qué algo me dice que no es última vez que oímos sobre aquel niño inexistente. Por cierto, no sólo pasa en Perú, esta bromita es internacional.
He llegado a pensar que es una táctica que utilizan ciertas personas para que la gente esté alerta a posibles embates de la naturaleza, ya que no hacen caso a los llamados para realizar simulacros y otras acciones preventivas. Claro que lo más probable es que sea ese gusto por hacer correr cadenas por el simple deseo de hacerlo. Cadenas, cadenas, más cadenas...
Como sea, el miedo es basura. A ver si mejor empezamos a correr rumores más positivos, hay cosas que merecen escucharse mucho más que la que he mencionado arriba.